martes, 24 de enero de 2012

LA RESISTENCIA PERONISTA A TRAVÉS DE LOS PERIÓDICOS "LÍNEA DURA" Y "SOBERANÍA"


REVISTA ESTUDIOS
No. 24 / ANUAL / 2011 / ISSN 1659-3316
I Sección - Mujeres, política y discursos
en Argentina y Ecuador
MARIA GRANATA
 MUJERES, POLÍTICA Y PERIODISMO EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS CINCUENTA. LA RESISTENCIA PERONISTA A TRAVÉS DE LOS PERIÓDICOS LÍNEA DURA Y SOBERANÍAAnabella Gorza

Recibido: 18 de junio de 2011Aceptado: 3 de julio de 2011

Resumen:
Este artículo se propone hacer visible la actividad política desarrollada por las mujeres en la Resistencia peronista a través del análisis de dos publicaciones que conformaban la prensa de oposición de la época: Línea Dura y Soberanía, dirigidas por María Granata y Nora Lagos, respectivamente. El análisis comparativo nos ha permitido arribar a algunas conclusiones vinculadas a la imagen de mujer y su relación con la política construida desde estos medios. Mientras que en Línea Dura, donde la mayoría de los artículos eran escritos por su directora,apreciamos una contradicción entre un discurso tradicional que liga la actividad política de las mujeres al ámbito doméstico, pero que por otro lado las muestra ocupando diferentes espacios de lucha, en Soberanía observamos una directora ausente, por el encarcelamiento y el exilio, pero que por estos motivos cobró centralidad, y construyó sobre sí misma la imagen de una mujer fuerte, luchadora y autosuficiente.

Palabras clave: género – peronismo – prensa – mujeres – política

Abstract:
This article tries to make visible the politic activity developed by women in the Peronism Resistance through the analysis of two journals which confirmed the opposition press of those times: Línea Dura and Soberanía, directed by María Granata and Nora Lagos, respectively. The comparative analysis let us reach some conclusions about woman’s image and its relationship with politic buit from their own media. While in Línea Dura, where most articles were written by its director, we could see a contradiction between a traditional discourse that relates women politic activity to domestic scope, but on the other land shows them in different spaces of struggle, inSoberanía we see an absent director because of prision and exile, but who for this same reason got visibility and built on herself an image of a strong, fighting and self sufficient woman.

Keywords: gender – peronism – press – women - politic


La participación política de las mujeres en “la Resistencia”, etapa que el peronismo transitó entre 1955 y 1960, es un tema que hasta el momento no ha merecido la suficiente atención de la historiografía. En este artículo nos proponemos hacer una aproximación a esa cuestión a través del análisis de dos publicaciones de la época que se editaron durante los años 1957 y 1958. Nos referimos a Soberanía y Línea Dura, dos periódicos dirigidos por mujeres; Nora Lagos y María Granata, respectivamente. Estas publicaciones, junto a una gran cantidad de periódicos y revistas surgidos con posterioridad al golpe de estado de 1955, conocido como Revolución Libertadora, integraban la prensa de oposición al gobierno surgido de ese acontecimiento. (1)

Consideramos que estas fuentes se presentan apropiadas para explorar la intervención política de las mujeres en el peronismo durante la Resistencia, porque, como sostienen Julio César Melon Pirro y María Liliana da Orden, en ella puede identificarse fácilmente a los redactores de los artículos a la vez que la tendencia política es deliberadamente explícita. Diferente es la situación de los grandes diarios donde la cantidad de redactores es mayor y se impone una cierta pretensión de neutralidad (Da Orden y Melon Pirro, 2007, pp. 10). Así, los periodistas que se encuentran detrás de las publicaciones de oposición se convierten en los primeros constructores de sentido de la complejidad social que intentan registrar a través de las páginas de sus periódicos, mediante un proceso de selección e interpretación. Por lo tanto, Línea Dura ySoberanía serán concebidas como fuentes que no sólo nos brindan información sobre acontecimientos de la época sino como actores políticos que intervinieron en un debate, no sólo contra el gobierno de la Revolución Libertadora, sino también, de los peronistas entre sí. (2) De esta manera cada publicación refleja a un grupo particular al interior del peronismo con sus propias interpretaciones y estrategias políticas.

Las mujeres que dirigían esos periódicos también se estaban posicionando políticamente en determinadas facciones dentro del peronismo y estaban formando parte de ese debate. A este respecto es necesario destacar que la relación entre prensa y peronismo no era nueva. (3) De hecho las mujeres que dirigían las dos publicaciones que son objeto de estudio de este artículo ya tenían una experiencia previa en la prensa durante el período peronista. Sin embargo, el tipo de prensa que surgió en esta época fue diferente a la del período previo. La actividad periodística debió ser adaptada a las nuevas condiciones marcadas por la persecución estatal y la censura. Así, la propia labor periodística de las mujeres se convirtió, en el nuevo escenario político, en una actividad de resistencia.

Los años de la Revolución LibertadoraLa Resistencia peronista es la primera etapa de un largo período de lucha llevado a cabo por el movimiento peronista desde su derrocamiento del gobierno el 16 de septiembre de 1955, hasta su retorno al poder el 25 de mayo de 1973, día en que Héctor Cámpora asumió la presidencia de la nación. (4) Para algunos autores y militantes de la época, la Resistencia peronista es este largo período de dieciocho años, durante el cual los peronistas desarrollaron su militancia a través de una multiplicidad de organizaciones, muchas veces incompatibles y contradictorias entre sí, cuyo primer objetivo era la toma del poder y el retorno al país de Juan D. Perón, que desde 1955 había pasado por varios lugares de exilio, Paraguay, Panamá, Venezuela, República Dominicana, para instalarse finalmente en España en enero de 1960. Sin embargo, otros historiadores, teniendo en cuenta la perspectiva de los actores, coinciden en delimitar diferentes etapas al interior de este extenso período. La primera de ellas, que se desarrolló entre 1955 y 1959/60, es la que se conoce como la Resistencia peronista, propiamente dicha; llamada así por los contemporáneos y por militantes de períodos posteriores. El límite superior de esta etapa estaría marcado por la aplicación del Plan Conintes durante el gobierno radical de Arturo Frondizi, cuya represión sobre el peronismo habría implicado un debilitamiento del mismo y una desconcentración de fuerzas que tardarían en reorganizarse. (5) Algunos autores sostienen que otro acontecimiento determinante del fin de la Resistencia peronista es el último intento de golpe de estado llevado a cabo por fuerzas militares ligadas al peronismo. De hecho, con posterioridad, los peronistas abandonarían la idea de insurrección militar como vía para recuperar el poder. (6)

El golpe de estado que derrocó a Perón de la presidencia, conocido como “La Revolución Libertadora”, estuvo encabezado por las Fuerzas Armadas, en alianza con un conglomerado de fuerzas que abarcaban un espectro político muy amplio, incluyendo a la Unión Cívica Radical en sus dos vertientes, unionistas e intransigentes; grupos nacionalistas; demócratas cristianos; conservadores y socialistas. En un primer momento, la actitud del nuevo gobierno hacia los peronistas fue relativamente conciliadora. Para algunos de los integrantes de dicha alianza el problema era Perón y no los peronistas. Y ahora que éste se encontraba alejado del gobierno y del país, los nuevos gobernantes no harían más que despojar a la política argentina de los restos de “tiranía” y “populismo” que se consideraba, habían quedado del período anterior, para reiniciar una nueva época que se imaginaba caracterizada por el liberalismo político y la democracia. Sin embargo esta situación no duraría mucho tiempo. El general Eduardo Lonardi, el primer presidente del gobierno de facto iniciado en 1955, no duró más que dos meses en el poder. Por diferencias internas en las Fuerzas Armadas, fue obligado a renunciar dejando la presidencia en manos del General Pedro Eugenio Aramburu, que junto con el vicepresidente Isaac Rojas comenzaron una política de fuerte agresión hacia el peronismo. El decreto 3855, que disolvía el Partido Peronista y establecía la inhabilitación de todos los dirigentes gremiales y políticos que se habían desempeñado como tales durante el gobierno de Perón y el decreto 4161, que prohibía la utilización de todos los símbolos peronistas, incluyendo canciones, imágenes, slogans y términos vinculados al movimiento, como los nombres de Perón y Eva Perón, fueron algunas de las medidas a través de las cuales se materializó la política de desperonización implementada desde el gobierno. Había que desterrar al peronismo de la realidad argentina, inclusive de los ámbitos cotidianos (Verón, 1986, p. 105; Salas, 2006, p. 53-55)
Ante este panorama, y cortados los canales tradicionales de participación política del peronismo, la Resistencia peronista fue tomando forma y lo hizo a través de la organización en comandos clandestinos. Estos surgieron de manera espontánea a partir de organizaciones de base y ejercieron su acción de forma bastante desorganizada en el ámbito de los barrios, las fábricas, y la calle. Se manifestaban fundamentalmente a través del sabotaje, las huelgas, la colocación de bombas caceras, y los actos relámpagos (Salas, 2006, p. 57-58). Estos últimos eran acciones rápidas, de fuerte impacto mediático y provocativo, como por ejemplo hacer un homenaje en la memoria de Eva Perón, acción que era reprimida, porque violaba el artículo 4161 (Dos Santos, 1983, p. 80). Desde la cúpula del peronismo se intentó coordinar la actividad de los comandos y darle una forma organizada a la lucha; acción que no estuvo libre de conflictos y resistencias. Al respecto, cabe aclarar que durante los dieciocho años que duró el exilio, Perón tuvo una gran incidencia sobre la política argentina, acción que ejerció a través de sus delegados y de mensajes que circulaban en forma clandestina, muchas veces contradictorios entre sí.Dos acontecimiento que cobraron gran importancia para el peronismo durante este período fueron las elecciones a legisladores constituyentes realizadas el 28 de julio de 1957 (7) y las elecciones presidenciales del 23 de febrero de 1958. (8) En las primeras, el voto en blanco obtuvo la mayoría, seguido de la abstención. Este hecho puso en evidencia dos cuestiones relevantes. Por un lado, que la mayoría del electorado era peronista; el voto en blanco y la abstención eran una manifestación de descontento frente al gobierno de la Revolución Libertadora. Por otro lado, demostraba que todavía había posibilidades, para el peronismo, de una reorganización, puesto que la campaña por el voto en blanco se había impulsado desde la alta dirigencia peronista, que en ese momento estaba constituida por Perón y su delegado John William Cooke, y había sido muy exitosa, a pesar de que se había realizado a último momento. (9)

El segundo de esos hechos, provocó varios realineamientos en el peronismo y se presenta muy ilustrativo para evidenciar las disidencias internas del peronismo en ese entonces. Como dijimos anteriormente, si bien desde la cúpula del peronismo se hicieron intentos por mantener unido al movimiento, este se vio atravesado por una serie de divisiones internas entre diferentes grupos que discutían acerca de cuál era la mejor estrategia para recuperar el poder del estado. Este debate interno ha quedado reflejado en la prensa opositora del período y las publicaciones que son objeto de nuestro análisis son una muestra de ello.

La prensa como estrategia política.
Parte de la lucha llevada a cabo durante este período se realizó a través de una prensa facciosa y semiclandestina en la cual quedaron reflejadas muchas de las líneas internas que atravesaban al peronismo en ese entonces. Hablamos de semiclandestinidad, porque si bien el gobierno había declarado la libertad de prensa en el plano de lo legal, en la práctica la censura era moneda corriente (Capobianco, 2003). Se trataba de publicaciones de poca envergadura, de dos o cuatro páginas, muy personalizadas, producidas por un pequeño grupo o sólo por su director. Ni bien se produjo el golpe de estado, hubo muchos periódicos que cobraron forma; pero no pudieron resistir la censura y la persecución estatal. Algunas de estas publicaciones eran El Líder, El 45, El Federal, De Frente, entre otras. Hacia fines de 1955, ya habían desaparecido ante la avanzada del proceso de desperonización (Melon Pirro, 2009, p. 159). El año 1957 marca un punto de inflexión en este panorama. La convocatoria a elecciones constituyentes implicaba una apertura, aunque limitada, hacia el debate político por parte del gobierno. A las elecciones de 1957 seguirían las elecciones presidenciales en febrero de 1958. Estos dos hechos llevaron a realineamientos y tomas de posición que implicaron a los distintos partidos que integraban el juego político de la época y al peronismo, en tanto que fuerza política heterogénea constituida por una multiplicidad de facciones. El debate político producto de estos dos momentos electorales, quedó reflejado en la prensa del período. De hecho, muchas publicaciones que surgieron en este momento o que ya preexistían, actuaron como órganos difusores la línea política seguida por el grupo al cual representaban. Algunas de esas publicaciones eran Palabra Argentina y Rebeldía, de tendencia peronista, Que sucedió en 7 días, frondizista, Mayoría y Azul y Blanco, nacionalistas, entre otras (Melon Pirro, 2009, p. 160). Cabe aclarar que si bien estas últimas no eran peronistas, desde sus páginas intentaban un diálogo y un acercamiento con el peronismo. Melon Pirro sugiere la hipótesis de que en un contexto como el de la Revolución Libertadora, no democrático, esta prensa, aunque sin lograrlo, intentaba competir y sustituir a los partidos políticos (Melon Pirro, 2009, p.168). Por otro lado, aunque esta coyuntura fue apropiada para el surgimiento o expansión de esta segunda ola de publicaciones, ello no quiere decir que la censura por parte del gobierno hubiera acabado, de hecho esta siguió expresándose a través de la clausura de imprentas y editoriales, el secuestro y destrucción de ejemplares y la persecución y encarcelamiento de las personas vinculadas en la producción y circulación de las mismas, como ha quedado reflejado en los mismos periódicos.

A cerca de Soberanía y Línea DuraSoberanía era una publicación de la ciudad de Rosario, de tirada semanal, aunque no todos los números salieron con regularidad. (10) El primer número se publicó el 17 de diciembre de 1956 (Capobianco, 2003). No contamos con la información acerca de la cantidad de números publicados. Por otro lado, el corpus documental con el que trabajamos es muy discontinuo; sólo tenemos acceso hasta el número 34, con fecha 4 de noviembre de 1957. Soberanía se presenta como la continuación de otro periódico dirigido con anterioridad por Nora Lagos; nos referimos a La Argentina, justa, libre y soberana, que salió a la calle durante un tiempo muy breve, con posterioridad al golpe de estado de septiembre de 1955 y hasta diciembre de ese año. Sólo se editaron ocho números (Melon Pirro, 2009, p. 162). Por su parte, Línea Dura, era una publicación que se producía en Buenos Aires. El primer número salió a la luz el 4 de noviembre de 1957. El último número al cual hemos tenido acceso es el 46, del 4 de noviembre de 1958. No tenemos la certeza de que ese haya sido el último que se publicó, pero sabemos, por testimonios de su directora, María Granata, que aproximadamente en esa fecha habría dejado de publicarse. (11)

Las directoras de ambos periódicos tenían una vinculación previa con la prensa que se remonta a los primeros gobiernos peronistas. Nora Lagos era bisnieta de Ovidio Lagos, fundador del diario La Capital de Rosario, publicación de carácter antiperonista. En 1953 Nora Lagos había asumido como directora de dicho diario, cambiando radicalmente la orientación política del mismo, convirtiéndolo en una publicación afín al peronismo. Tras el golpe de estado de 1955, La Capital volvió a manos de la familia Lagos y Nora fue encarcelada. Tras su liberación comenzó a publicar el periódico La Argentina, justa, libre y soberana, durante el año 1955, publicación que le habría valido una nueva estadía en la cárcel (Lagos, 2007, p.181-182). A fines de 1956 comenzaría la publicación de Soberanía, que la llevaría nuevamente a prisión; cuestión que ha quedado reflejada en las páginas del semanario.María Granata es una reconocida escritora que formaba parte del grupo de intelectuales que apoyaron al peronismo durante su gobierno. En época del régimen peronista colaboró en varias publicaciones, (12) integró la comisión administradora del Sindicato Argentino de Escritores (Santiago, 2010) y trabajó en la Secretaría de Prensa y Difusión. Luego del derrocamiento de Perón, el escritor José María Castiñeira de Dios, le propuso hacer Línea Dura. En los diez primeros números del semanario figuró el nombre de Nélida Valdez en la dirección. Según testimonios de María Granata, la utilización de un nombre que no fuera el suyo constituyó una estrategia de protección contra la persecución estatal (Cichero, 1992, p. 230). Nélida Valdez era una mujer ligada al peronismo que accedió a prestar su nombre para la publicación, pero a quien María Granata nunca conoció. (13) En el número 11, del 10 de marzo de 1958, Línea Duraaparece con el nombre de su verdadera directora. Este es el primer número que se publicó con posterioridad al triunfo de Frondizi en las elecciones de febrero de 1958. Este acontecimiento puede tomarse como punto de partida de una nueva coyuntura política marcada por el trayecto hacia la transición democrática. Si bien no existía la certeza de que los militares harían el traspaso de poder a Frondizi, ni en qué condiciones lo harían, podemos suponer que con este acontecimiento se abrió un nuevo período que habría llevado a los periódicos de oposición a relajar las precauciones que debían tomar frente al poder estatal. De todos modos, esto no significó que las presiones del gobierno hubieran cesado, de hecho en el semanario se denuncia el secuestro de ejemplares por parte del estado. (14)

La mayoría de los artículos de Línea Dura eran escritos por María Granata, cuestión que se desprende de su propio testimonio (Cichero, 1992, p. 230) y que se advierte en el propio semanario, puesto que hay una unidad de estilo que se mantiene hasta el final de la publicación. A los artículos de María Granata se sumaban artículos de gremialistas vinculados con el semanario, a quienes les estaba destinada la tercera página del periódico. Los gremialistas que publicaban en Línea Dura estaban ligados a la CGT Autentica (15) y a las 62 Organizaciones. (16) Eran ellos los encargados de la financiación del mismo y de su posterior venta y redistribución, pero también había grupos encargados de su difusión. A través del semanario puede rastrearse la presencia de un centro de difusión en la zona de Pompeya, Soldati y Caballito y otro en Lanús. (17) Otra mujer vinculada a la producción de Línea Dura era Malena Legrand, quien era la administradora del semanario, encargada de generar las condiciones para la producción del mismo. (18)

Es importante destacar las vinculaciones que esta publicación tenía con el Comando Táctico Peronista. (19) De hecho, Línea Dura había pasado a ser, desde el número 11, el “órgano oficial del movimiento,” publicando una directiva de Perón en la que se anunciaba este rol del semanario y en el número siguiente la obligación, expuesta por Perón, de que el Comando Táctico debía encargarse de la aparición regular del periódico. (20) María Granata habría formado parte del comité ejecutivo del Comando Táctico, como encargada de la secretaría de prensa, a partir de una reestructuración del movimiento ocurrida en junio de 1958 que respondía al nuevo panorama iniciado con el retorno democrático desde mayo de ese año. (21)

La redacción de Soberanía, por el contrario, no estaba limitada a su directora, como si ocurría con Línea Dura. Algunas secciones y artículos eran escritos por Nora Lagos. Cabe mencionar la sección “Nuestra bruja predice” firmado con el seudónimo de Pamela, un diálogo humorístico de denuncia política, de tipo teatral, con varios personajes. En el número 17, del 21 de mayo de 1957, la sección aparece en blanco, sólo con el logo que la identificaba, una bruja, y un recuadro que comunicaba la solidaridad de los compañeros del semanario con Nora Lagos, que había sido encarcelada. (22)

Otros nombres vinculados a Soberanía son los de Luis Sobrino Aranda y René Bertelli. En la portada del número 17, del 21 de mayo de 1957, junto al nombre de Nora Lagos como directora, figura el de René Bertelli, como editor (23) y el de Luis Sobrino Aranda como propietario. (24) Cabe aclarar que en los números anteriores sólo se mencionaba a Nora Lagos y que la aparición de estos nombres coincide con el encarcelamiento de la directora. Hay que aclarar que René Bertelli había sido encarcelado junto con Nora Lagos. Probablemente Luis Sobrino Aranda se haya hecho cargo de la dirección de Soberanía tras el encarcelamiento de Lagos y Bertelli. Sin embargo, un anuncio de julio de 1957 hace referencia a la desvinculación de Sobrino Aranda respecto del semanario. (25) Esto hace suponer que habría más personas conformando el equipo de producción de Soberanía. Desde el renunciamiento de Aranda, el nombre de Fausto Eduardo López figura como editor del semanario. Pero en el número 34, sólo aparece el nombre de Nora Lagos.

La financiación de Soberanía se realizaba mediante la venta en los quioscos y por canillitas. Eran frecuentes las denuncias de secuestros de ejemplares por personas vinculadas al gobierno de la Revolución Libertadora. Más allá de lo que esto implicaba en términos políticos e ideológicos, puesto que el secuestro reducía la difusión de la línea política defendida por el semanario, había una cuestión de índole económica. Soberanía se financiaba mediante la venta de sus ejemplares, y el secuestro era interpretado, desde el semanario, como una intención deliberada por parte del gobierno por propiciar el quiebre de la publicación. En un artículo del cuatro de noviembre de 1957 se habla de “los descalabros económicos que trae consigo cada secuestro”, (26) y otro, del 19 de octubre de 1957 denuncia la quema y destrucción de ejemplares por parte de los comandos civiles, (27) secuestros de ejemplares por parte de la policía en Capital Federal, y persecución a los canillitas. En este artículo se hace explícita referencia al intento del gobierno por “descapitalizar” a los periódicos opositores. (28)

Definiciones políticas en el peronismo

Ambos periódicos se caracterizaron por una posición “intransigente” en el debate interno que atravesó el peronismo durante aquellos años. Cabe aclarar que cada publicación abarca períodos diferentes. Por lo tanto, la intransigencia tomó distintos significados en cada publicación. En Soberanía, que comprende el período que va desde diciembre de 1956 a noviembre de 1957, los artículos giran en torno al debate que suscitó la convocatoria a elecciones para la Convención Constituyente, realizadas el 28 de julio de 1957, y el desarrollo y posterior fracaso de dicha Convención. (29) Frente a dichas elecciones Soberanía promovió el voto el blanco y negó taxativamente el voto a Frondizi. El voto positivo significaba otorgarle una legitimación legal a la Convención Constituyente, a la Constitución que saliera de ella y a la Revolución Libertadora en general. (30) Las críticas del semanario estuvieron dirigidas, principalmente a Arturo Jauretche, (31) que desde la revista Que sucedió en 7 días propiciaba una alianza con Frondizi para las elecciones a constituyentes. (32) El semanario mostró una actitud más indulgente hacia Raúl Scalabrini Ortiz, (33) que tenía una postura similar a la de Jauretche, intentando establecer diferencias entre ambos. (34) La opción neoperonista también se convirtió en un blanco de los ataques del semanario. (35) El neoperonismo, también llamado “Peronismo sin Perón” estuvo constituido por viejos dirigentes peronistas, que ante la proscripción impuesta sobre el partido, decidieron formar sus propios partidos y participar del juego electoral abierto por el gobierno de la Revolución Libertadora (Arias y García Heras, 2004). El neoperonismo era homologado a la vieja política, la “politiquería”, propia del liberalismo parlamentario, del cual, según Soberanía, el peronismo se diferenciaba. (36)

Por su parte, Línea Dura se caracterizó por un seguimiento de la línea ortodoxa, representada por la alta dirigencia del peronismo, que en ese momento estaba constituida por Perón y John William Cooke. La “Línea Dura”, se basaba en el mantenimiento de una línea insurreccional, por oposición a la“Línea Blanda”, que era la seguida por los partidos neoperonistas. Los principales defensores de la primera eran John W. Cooke y la mayoría de los dirigentes de las 62 Organizaciones (Arias y García Heras, 2004; p. 98). Sin embargo, en las elecciones presidenciales de febrero de 1958, Línea Dura, en concordancia con los designios de Cooke, uno de los mentores del pacto con Frondizi, abandonó la postura intransigente y se posicionó en favor del voto a este último. Por lo tanto, la “Línea Dura”, debe entenderse, antes que como defensora de una línea insurreccional, como seguidora de las decisiones de Perón, Cooke y el Comando Táctico Nacional. De hecho el semanario actuaba como medio en el que se publicaban las resoluciones de estos tres actores.

Las elecciones presidenciales de 1958 se convirtieron en un acontecimiento clave para el posicionamiento de las diferentes facciones dentro del peronismo. Las críticas de Línea Duraestuvieron dirigidas al neoperonismo, en especial a sus líderes más destacados, Atilio Bramuglia (37) y Vicente Saadi. (38) En general, el neoperonismo fue concebido como una traición al movimiento. Otro de sus blancos de ataque fue Alejandro Leloir, ex presidente del Consejo Superior del Partido Peronista en los meses previos al golpe de estado de 1955, quien luego de apoyar el surgimiento de partidos neoperonistas se inclinó por el voto en blanco en las elecciones de febrero de 1958. (39) Línea Dura también mantuvo una confrontación con otras publicaciones que manifestaron alternativas diferentes al voto por Frondizi. Una de ellas eraRebeldía, que consideraba que el voto a Frondizi era una claudicación y que la cúpula del peronismo estaba equivocada. (40) La otra, Palabra Argentina, cuyo dirigente, Alejandro Olmos se había inclinado por la opción neoperonista con la creación de un partido propio, el Partido Blanco. (41) En consecuencia, Línea Dura tildaba de traidoras a ambas publicaciones. (42)

Irrupción de las mujeres en la prensa peronista facciosa.La descripción anterior nos ofrece un acercamiento a las estrategias y posiciones que dos semanarios pertenecientes a la prensa de oposición gestada durante los años del gobierno de la Revolución Libertadora, tomaron en el entramado de alianzas y divisiones que atravesaron al peronismo durante aquellos años. En esta proliferación de publicaciones semiclandestinas,Línea Dura y Soberanía presentan una particularidad respecto de otras publicaciones, y es el hecho de que ambas estaban dirigidas por mujeres. Las mujeres habían cumplido un papel destacado en la militancia peronista en los años que duró el gobierno de Juan D. Perón. Dicha militancia no cesó con posterioridad al golpe de estado de 1955. Sin embargo, las formas de participación política en el peronismo debieron modificarse y adaptarse a un nuevo contexto marcado por la persecución estatal y la proscripción que pesaba sobre el partido. Nora Lagos, la directora de Soberanía, constituye un ejemplo ilustrativo al respecto. La publicación deSoberanía la llevó por tercera vez a prisión, y posteriormente al exilio. Su llegada al Paraguay se hizo de forma clandestina, luego de escapar de la cárcel. En Soberanía salieron publicadas dos notas de su autoría que habrían sido escritas, una desde la cárcel y la otra, desde algún refugio en el territorio argentino, una vez alejada de la cárcel y a punto de emprender el exilio. El primero de esos artículos es “La fuerza, el derecho y las bestias” con fecha del 22 de julio de 1957. (43) En él, Nora Lagos denunciaba los atropellos que el gobierno de la Revolución Libertadora había cometido contra el “el pueblo”, con el cual ella se identificaba, y a ello contraponía la fortaleza del “pueblo” y la suya para seguir luchando a pesar de las adversidades. El otro artículo es del 16 de septiembre de 1957, titulado “A los compañeros”. (44)

Es una despedida de Nora Lagos, dirigida a los miembros del peronismo a quienes denomina como “los compañeros,” incluyéndose ella en esta denominación. Mantiene el mismo tono que el artículo anterior. Nora Lagos se define como una mujer fuerte, decidida a mantener la militancia peronista aún en el exilio. Lamentablemente el archivo documental al que hemos accedido para el análisis de Soberanía es muy discontinuo. Tal vez otros artículos de Nora Lagos hayan sido publicados, pero no tenemos información de ello.El titular de la edición del 21 de mayo de 1957 sostiene: “Pídese proceso a Nora Lagos” y uno de los artículos en el que se explican los motivos de su detención se titula “No violó el 4161 que se le imputa”. (45) Según este artículo, los motivos de detención se debían a la publicación de una foto de Aramburu en el funeral de Eva Perón, que para la justicia constituía una violación al decreto 4161. Este decreto, al prohibir las manifestaciones culturales y cotidianas del peronismo, constituyó un intento de borrar a este último no sólo de las estructuras institucionales sino también de la vida cotidiana y del plano simbólico. Su efecto fue el contrario al que se buscaba. El desafío a las prohibiciones que establecía fue constante y no hizo más que reforzar la identidad de los peronistas (Salas, 2006, p. 54-55). El artículo mencionado consideraba que la publicación de la foto no era motivo suficiente para la detención y que no violaba dicho decreto. Otro artículo, del 22 de julio, denuncia el mantenimiento de presos políticos en las cárceles a pesar del levantamiento del estado de sitio el 29 de junio. También denuncia la invención de causas para acusar a los presos, causas que se habrían iniciado con posterioridad a la detención. Esta vez Nora Lagos estaba acusada por asociación ilícita. El artículo también es solidario con otros presos políticos y en especial con periodistas vinculadas a otra publicación,Consigna. (46)

El artículo interpreta estas detenciones a periodistas como intentos de frenar la difusión de la opción votoblanquista para las elecciones de julio de 1957.Es de destacar que en Soberanía no hay una reivindicación de la actividad política de las mujeres en la Resistencia, así como tampoco, aparecen artículos que estuvieran dedicados especialmente a las mujeres, como sí ocurre en Línea Dura. Sin embargo, las vicisitudes sufridas por Nora Lagos a raíz de su encarcelamiento, hicieron que su rol como directora del periódico cobrara gran visibilidad. Esto se aprecia, por ejemplo, en los artículos que hacen referencia a su encarcelamiento y a las consiguientes dificultades para el periódico que dicho encarcelamiento implicaba. (47) Hay cartas de los lectores dirigidas a su directora, antes y después de su arresto. Es de destacar una dirigida a “la valiente directora de Soberanía”. (48)

Y fundamentalmente, se encuentran los escritos de la propia Nora Lagos, antes mencionados, desde la cárcel o desde su refugio previo al exilio, en que construye una imagen de sí misma que es la de una mujer de gran fortaleza y compromiso que incita a sus compañeros a seguir la lucha.En Línea Dura, la participación de la directora se hace visible de un modo diferente. Hay pocas menciones a María Granata, (49) pero ella redactaba casi la totalidad del semanario dándole un estilo particular al mismo. Los artículos de Línea Dura estaban narrados por una voz femenina y la referencia a los integrantes del peronismo siempre se hacía apelando a la frase “los hombres y mujeres del movimiento”. Algunos artículos interpelaban directamente a las mujeres. Estas eran concebidas como “las mujeres del pueblo” con las cuales la narradora establecía una identificación que las separaba de “las mujeres del antipueblo”, aquellas que estaban emparentadas con hombres del gobierno de la Revolución Libertadora, o que eran militantes políticas cuyos partidos habían integrado la alianza que derrocó al gobierno peronista. Así, Eugenia Silveira de Oyuela, miembro de la Unión Cívica Radical de Pueblo y participante de la Convención Constituyente y Alicia Moreau de Justo, integrante del Partido Socialista y en ese momento, miembro de la Junta Consultiva que había creado el gobierno de facto para reemplazar al Congreso, aparecen como blancos de ataque del semanario en los primeros números que se publicaron. (50) Y junto a ellas, también eran acusadas las mujeres trabajadoras que no adherían al peronismo y que actuaban como rompehuelgas. (51)

En esta publicación puede apreciarse una reivindicación de la militancia femenina. Hay referencias a la intervención de las mujeres en las huelgas y manifestaciones obreras. (52) También era reconocida su participación política en tanto que ciudadanas, ya que según el semanario, el voto de las mujeres había sido fundamental para el triunfo de Frondizi. (53) El nuevo contexto político también había llevado a muchas mujeres peronistas a la cárcel, y desdeLínea Dura se denunciaba esta situación. (54) Por último, hay que destacar resoluciones del Comando Táctico donde las mujeres aparecen junto a los hombres, ocupando puestos políticos en instancias organizativas del movimiento. (55)

Esta imagen de mujeres políticamente activas convive con otra imagen, ligada a concepciones de género tradicionales, que interpreta la participación política de las mujeres como una prolongación de las actividades domésticas, como una extensión de los deberes de madre, a la vez que las mujeres son pensadas como inherentemente pacíficas. Por ejemplo, en un artículo sobre una huelga del gremio telefónico FOETRA, el triunfo de la huelga es atribuido a la participación de las mujeres, que eran mayoría en ese gremio, sin embargo sostiene “…Estas luchadoras saben que se está jugando el porvenir de sus hijos, el destino de los hogares humildes…”. (56) En otro artículo, “La Mujer Factor de Paz” se destacaban las cualidades espirituales de las mujeres, aptitudes que tendrían que poner al servicio de la reconstrucción del país que comenzaría con el advenimiento de la democracia. Dicha reconstrucción se iniciaría en el hogar. (57) Estas cualidades inherentes a las mujeres, su pacifismo, su vinculación al hogar y a la maternidad, eran utilizadas en la argumentación para atacar a las mujeres que se oponían activamente al peronismo, a las que se las concebía como despojadas de dichos atributos, cuestión que contrariaba su esencia de mujer. Un artículo las denominaba “Las Fusiladoras”, por su participación y colaboración en los fusilamientos del 9 de junio de 1956 (58) y sostenía que estas mujeres, esposas de políticos y militantes de partidos políticos antiperonistas, no merecían ser consideradas mujeres. (59) Otro artículo, titulado “Mujeres Presas” en que se cuestiona la presencia de mujeres peronistas en las cárceles, establece una comparación con las mujeres que durante el gobierno de Perón estuvieron presas, a quienes tilda de “intelectualoides”. La situación entre unas y otras, era diferentes, porque estas mujeres sólo habían estado detenidas en comisarías, por poco tiempo, con sumarios, y los motivos del arresto habían sido “…por escándalo en la vía pública. Por faltar a ese decoro que la sociedad exige a toda mujer…” (60) Por otro lado, cuando el semanario acusa a las mujeres trabajadoras no peronistas por actuar de rompehuelgas, no lo hace poniendo en duda su condición de mujeres sino su condición de clase. Sobre ellas, el periódico decía: “…Tienen conciencia de ser explotadas y, sin embargo, se prestan a servir a sus explotadores. Saben que juegan un papel miserable y, no obstante, traicionan sus derechos, su clase, sus compañeros…” (61)

La convivencia entre concepciones tradicionales acerca de la participación política femenina y enunciados que hacen referencia a una intervención de las mujeres en la política que las muestra en todos los puestos de lucha y que reivindican su accionar, es frecuente en varios artículos. Esto responde a una concepción particular de la relación entre política y mujeres que es sostenida aún hoy en día por la propia directora de Línea Dura. (62) Sin embargo, ese discurso también podría interpretarse como una pretensión del semanario de querer llegar a las mujeres amas de casa. Por ejemplo, en un recuadro titulado “Consigna” referente al decreto 4161, se realza la necesidad de la resistencia a nivel del hogar, y dentro de él la importancia de la lucha llevada a cabo por las mujeres; aunque también se admite que las mujeres participaban de la resistencia en las fábricas, escuelas y en sus lugares de trabajo. (63) Había una sección fija destinada a las mujeres amas de casa, “La Mujer en la Lucha”; que en un principio se llamó “A usted ama de casa.” En esta sección la narradora le hablaba directamente a una supuesta lectora, imaginada como una mujer ama de casa con dificultades para entender los problemas de la política y de la economía, que por lo tanto le eran explicados de forma concreta, con ejemplos de la vida cotidiana y apelando al plano de lo afectivo. Sin embargo, esta característica de la sección se fue perdiendo para terminar convirtiéndose en un espacio desde el cual la narradora interpelaba al gobierno planteándole los problemas que aquejaban al peronismo, interpretados desde un óptica femenina; como si esos problemas fueran experimentados de forma diferentes por las mujeres, debido a cuestiones que tenían con ver con su condición de mayor predisposición a lo afectivo.

ConclusionesEn este artículo hemos intentado recuperar la intervención política de las mujeres en un periodo cuya actividad aún no ha sido lo suficientemente reconocida ni por los relatos de militantes ni por la historiografía. Sin embargo, la etapa que atravesó el peronismo durante los años 1955 y 1960, que se conoce como la Resistencia peronista, contó con una importante participación femenina; cuestión que se hace necesario indagar. Las mujeres constituyeron un pilar importante de apoyo al peronismo durante los años de sus primeros gobiernos, e inclusive su participación en el movimiento fue promovida desde el gobierno creando diferentes instancias para su intervención. (64) Dicha militancia continuó con posterioridad al golpe cívico militar de 1955. Pero los trabajos que desde la historiografía abordan esta temática son muy incipientes y necesitan de mayor investigación y fundamentación empírica. (65)

Por lo tanto se hace necesario para la historiografía indagar qué pasó con esa militancia femenina después del golpe, cómo fue su intervención, a través de qué canales y de qué manera. Qué prácticas se mantuvieron del período anterior y cuáles cambiaron.
En este trabajo nos propusimos explorar la participación femenina en el peronismo de la Resistencia en un espacio en particular como fue la prensa de oposición, teniendo en cuenta que esta había ocupado un lugar importante en las estrategias políticas del peronismo durante su gobierno. Sin embargo, durante el período de la Resistencia esta actividad implicó algunos cambios. Esta prensa opositora padeció la persecución estatal, que más que producirse a través de la censura directa, se hacía mediante el secuestro de ejemplares, lo que no sólo impedía la difusión de una línea política sino que también tendía a ahogar financieramente a las publicaciones. Otra forma de persecución era el encarcelamiento de sus directores y demás personas vinculadas a la realización de los periódicos. Como hemos demostrado, esto fue muy evidente en el caso de Soberanía cuya directora experimentó el encarcelamiento, la fuga y exilio.Línea Dura también soportó el secuestro de ejemplares, y aunque María Granata no estuvo presa por su publicación, tuvo que esconderse de los acosos policiales (Cichero, 1992, p. 231).
El nuevo contexto político, por otra parte, obligó a los militantes peronistas a fijar posiciones dentro del movimiento, fundamentalmente en torno a dos acontecimientos de esos años como fueron las elecciones a constituyentes de 1957 y la elección presidencial de 1958. Esto implicó delimitar amigos y enemigos. Así, el blanco de las críticas de los periódicos analizados no fue sólo el gobierno de la Revolución Libertadora, sino también ciertos personajes del peronismo y otras publicaciones. Lo interesante de este debate entre posiciones políticas dentro del peronismo es observar cómo las mujeres, en este caso en tanto que periodistas y directoras de los periódicos, participaban del mismo; cuestión que en Línea Dura es contradictoria con ciertas concepciones de género tradicionales sobre las mujeres, que las concebían como seres inherentemente pacíficos.
Para el caso de Línea Dura hemos analizado las implicancias de género que están presentes en el semanario. Cómo una interpretación de la actividad política de las mujeres entendida en tanto que prolongación del mundo doméstico y que apelaba a su rol de madres, convivía con una reivindicación de la intervención de las mujeres en la Resistencia, que las muestra en todos los puestos de lucha, puestos que también eran ocupados por los varones del movimiento. Estas concepciones sobre la actividad política femenina también se hacían aplicables a la construcción de la imagen de las mujeres antiperonistas, a quienes se veía disminuidas en su condición de mujeres precisamente porque carecían de las cualidades afectivas y maternales que sí tenían las “mujeres del pueblo,” que se supone eran las mujeres que adherían al movimiento. Sin embargo, frente a las mujeres trabajadoras que no eran peronistas, la postura de la narradora era otra. Su no pertenencia al movimiento era interpretada como una traición de clase.
En Soberanía, por su parte, el lenguaje utilizado no está cargado de las connotaciones de género que sí pueden observarse en Línea Dura. Pero lo interesante aquí, es la centralidad que cobra la figura de la directora a raíz de su encarcelamiento, a quien vemos hablando en primera persona, dirigiéndose a los integrantes del peronismo y construyendo una imagen de sí misma que la muestra como una mujer fuerte y comprometida.

En este artículo hemos intentado hacer un aporte a los estudios sobre la participación de las mujeres en la Resistencia peronista y abrimos algunos interrogantes que quedan a la espera de respuestas y que serán indagados en futuras investigaciones.

TESTIMONIOS:

Seferina del Carmen Rodríguez de Copa



















Notas

1. Varios son los autores que se han abocado al estudio de la prensa facciosa en el periodo posterior al golpe de estado de 1955. (Melon Pirro, 1997, 2007, 2009; Spinelli, 2007; Díaz, 2007; Goebel, 2004; Ladeuix y Contreras, 2007)

2. A leer un periódico se está accediendo a una matriz de decodificación de los hechos sociales. Estos se constituyen como transmisores de una particular mirada del mundo social (Sidicaro, 1993)

3. La utilización de la prensa como estrategia política del peronismo no es un elemento novedoso para el período de la Resistencia. Sus orígenes se remontan a un decreto de marzo de 1944 que establecía la creación del Estatuto del periodista, impulsado por Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, dando fin a una etapa de férrea y estéril censura para dar lugar a una nueva relación entre prensa y Estado, donde los diarios, al ser concebidos como entidades comerciales serían susceptibles de ser objeto de la regulación estatal (Cané, 2007). Otros autores que tratan la relación prensa y peronismo durante los primeros gobiernos peronistas son (Sirven, 1984; Plotkin,1993; Panella, 2001)

4. Cámpora resultó electo presidente en las elecciones de marzo de 1973 por el FreJuLi, ya que existían disposiciones legales que le impedían a Perón poder presentarse en esas elecciones. La idea era que Cámpora, una vez en el gobierno, eliminaría esas restricciones. Cámpora renunció el 13 de julio de 1973 y su puesto fue ocupado por Raúl Lastiri, presidente de la Cámara de Diputados. Este llamó a elecciones resultando electo Perón como presidente y su esposa María Estela Martínez como vice.

5. Arturo Frondizi fue presidente constitucional de la Argentina por la Unión Cívica Radical Intransigente entre mayo de 1958 y marzo de 1962. El Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado), fue establecido por un decreto de 1958 que permitía declarar como militarizadas ciertas zonas del país, generalmente centros y zonas industriales, donde se restringían los derechos y garantías constitucionales para permitir el libre accionar de las Fuerzas Armadas para realizar allanamientos y detenciones. Esto habría implicado un duro golpe para el movimiento peronista, que habría sufrido una importante desmovilización como consecuencia de la aplicación del plan.

6. La delimitación temporal de la Resistencia peronista tomada en este trabajo es la que sostienen Daniel James y Ernesto Salas, dos obras clásicas en el abordaje de este período (James, 2010; Salas, 2006). Por su parte, en una obra de Eduardo Duhalde y Eduardo Pérez se sostiene la necesidad de estudiar este período, a la vez que se aportan testimonios que demuestran que dicha periodización se encuentra en al imaginario de los ex militantes (Duhalde y Pérez, 2003).

7. Dichas elecciones tenían como objetivo la conformación de una Convención Constituyente que debería dejar sin efecto las modificaciones que en 1949 el peronismo había introducido a la Constitución de 1853, y crear una nueva constitución.

8. En estas elecciones resultó electo Arturo Frondizi, candidato de la Unión Cívica Radical Intransigente, con los votos peronistas, luego de pactar con Perón, para que este promoviera entre sus seguidores el voto en su favor, a cambio del levantamiento de la proscripción que pesaba sobre el peronismo.
9. John William Cooke (1920-1968) fue diputado peronista entre 1946 y 1952. En agosto de 1955 asumió la intervención del Partido Peronista porteño. Fue dirigente de la Juventud Peronista durante los últimos meses del gobierno peronista y delegado de Perón entre los años 1956-1959. Desde el exilio en Chile intentó coordinar los distintos grupos de la Resistencia peronista. Fue uno de los artífices del pacto Perón-Frondizi. El sostenimiento de posturas radicales, que se acentuaría luego de la revolución cubana, le valió el distanciamiento con la dirección peronista y la quita del mandato de representación por parte de Perón (Guillespie, 1997; Deleis, De Tito y Arguindeguy, 2001; Salas; 2006; Acha, 2010)

10. Rosario es una ciudad situada en la Provincia de Santa Fe. Es la tercera ciudad más poblada de argentina. Fue uno de los focos más importantes del accionar de la Resistencia peronista.

11. María Granata, entrevista de la autora, Buenos Aires, 5 de abril de 2011.

12. Entre los periódicos en que publicó María Granata merecen destacarse La Nación, Democracia, Conducta, El Hogar, El Mundo, Selecta, Crítica, Poesía Argentina, La Prensa y Revista de la Universidad de Buenos Aires (Panella, 2001)

13. María Granata, entrevista de la autora, Buenos Aires, 5 de abril de 2011.

14. Con reiterados secuestros la tiranía intenta acallarnos. Frente a la reacción y al continuismo. (1958, Abril 3). Línea Dura N°15, pp. 2; Nuevo centro de difusión de ‘Línea Dura.’ (1958, Marzo 24). Línea Dura N°13, pp. 2.

15. La CGT Auténtica se constituyó en julio de 1957 , y estaba integrada por antiguos dirigentes gremiales que se resistían a perder influencia sobre el movimiento peronista, ante el avance de las segundas líneas del sindicalismo favorecido por la promulgación del decreto 7107 que había proscripto a los dirigentes gremiales que se habían desempeñado como tales durante los primeros gobiernos peronistas (James, 2010; 107,108)

16. Las 62 Organizaciones surgieron del congreso realizado en septiembre de 1957, que debía normalizar la CGT. Como los antiperonistas que venían dominando algunos gremios se encontraron en minoría, se retiraron del congreso. Quedaron sesenta y dos gremios, constituidos por peronistas y algunos comunistas. Luego los comunistas se retiraron, conformando los 19 Gremios y los sindicatos antiperonistas que se habían retirado previamente constituyeron las 32 Organizaciones Democráticas (James, 2010; 109,112)

17. Nuevo centro de difusión de ‘Línea Dura.’ (1958, Marzo 24). Línea Dura N°13, pp. 2. Peronistas de Lanús proponen al Movimiento la Lucha por la divulgación de ‘Línea Dura.’ (1958, Abril 14). Línea Dura N°16, pp. 1.

18. María Granata, entrevista de la autora, Buenos Aires, 5 de abril de 2011.

19. El Comando Táctico era el máximo cuerpo del movimiento peronista en el país, cuyo objetivo era reestructurar la cadena de mandos y organizar a los comandos de la Resistencia en una acción organizada, tendiente a una insurrección general. Fue disuelto en octubre de 1958 y reemplazado por el Consejo Coordinador Superior, producto de una reestructuración del movimiento para adecuarse al nuevo contexto democrático que se iniciaba con el gobierno de Arturo Frondizi, ante la suposición de que se levantaría la proscripción sobre el partido peronista y el movimiento volvería a manifestarse por canales institucionales.

20. ‘Línea Dura’ es desde este número el órgano del movimiento. (1958, Marzo 10). Línea Dura N°11, pp. 1. Al Comando Táctico Peronista. (1958, Marzo 17). Línea Dura N°12, pp. 1.

21. Comité Ejecutivo del Comando Táctico Nacional. (1958, Junio 25). Línea Dura N°26, pp. 2

22. Nuestra bruja predice. (1957, Mayo 21). Soberanía N°17, pp. 2.

23. René Bertelli fue un militante peronista de origen tucumano que organizó la resistencia en Rosario. Pareja de Nora Lagos durante el tiempo en que se publicó Soberanía. Juntos sufrieron la cárcel y el exilio. Hacia fines de los años ´60, ya separado de Nora Lagos integró las Fuerzas Armadas Peronistas y fue quien proporcionó el terreno para la experiencia guerrillera de Taco Ralo, en 1968, exiliándose en México a raíz del fracaso de esta iniciativa (Anguita y Caparrós, 2010; Lagos, 2003)

24. Luis Sobrino Aranda estuvo a cargo de varias publicaciones durante la época. Acompañó a Nora Lagos en la realización de La Argentina y de Soberanía, haciéndose cargo de ambas publicaciones a partir del encarcelamiento de la directora. Dirigió Rebeldía y Palabra Prohibida, tras el encarcelamiento del cura Hernán Benítez, responsable de estas publicaciones. En los años setenta se vincularía a la derecha peronista ligada a López Rega (Gambini, 2008)

25. A nuestros lectores. (1957, Julio 22). Soberanía N°22, pp. 4.

26. Seguiremos como sea. (1957, Noviembre 4). Soberanía N°34, pp. 2.

27. Los comandos civiles eran fuerzas paramilitares que actuaron durante el golpe de estado de 1955 continuando su acción durante el gobierno de la Revolución Libertadora.

28. No podrán acallarnos. (1957, Octubre 19). Soberanía N°33, pp.1.

29. La Convención quedó disuelta luego de que los diputados radicales nucleados en torno a Frondizi, una vez anulada la Constitución de 1949, se retiraran de la misma. De manera que el resultado de la Convención fue la puesta en vigencia de la Constitución de 1853.

30. La Opinión Nacional. (1957, Marzo 26). Soberanía N°9, pp. 2. No me vendo. (1957, Mayo 21). Soberanía N°17, pp. 4. No en balde fue diputado de la Unión Democrática. (1957, Julio 22). Soberanía N°22, pp.1

31. Arturo Jauretche fue un político y escritor argentino, ligado al radicalismo yrigoyenista. En 1934, junto con otros dirigentes radicales formó la agrupación FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina), defensora del nacionalismo democrático, frente al nacionalismo conservador que expresaban los gobiernos inconstitucionales que gobernaron la Argentina en la década del treinta. Posteriormente adhirió al peronismo, y entre 1946 y 1951, fue presidente del Banco Central. Luego se alejaría del gobierno peronista para reaparecer en la escena pública durante el gobierno de la Revolución Libertadora, como opositor a este y defensor del gobierno peronista.

32. La revista ‘Que’ moral del periodista. (1957, Septiembre 2). Soberanía N°28, pp. 4. De Dónde Venimos a Dónde Vamos. (1957, Mayo 21). Soberanía N°17, pp. 3. La Opinión Nacional. (1957, Mayo 27). Soberanía N°18, pp.2.

33. Raúl Scalabrini Ortiz fue un político, escritor y periodista argentino ligado al yrigoyenismo y más tarde a FORJA. Apoyó al gobierno de Perón, aunque mantuvo distancia del partido y no ocupó puestos políticos. Fue opositor a la Revolución Libertadora y desde la revista Que sucedió en 7 días apoyó el programa desarrollista impulsado por Arturo Frondizi, de quien luego se distanciaría por diferencias políticas.

34. Si no votamos en blanco, legalizaremos la entrega. (1957, Julio 22). Soberanía N°22, pp. 2.

35. Los partidos neoperonistas estaban constituidos por políticos de vieja militancia en el peronismo que habían roto sus relaciones con Perón antes del golpe de 1955 y que decidieron aprovechar el nuevo contexto de participación electoral abierto por el gobierno de la Revolución Libertadora para constituir sus propios partidos políticos. Los principales partidos eran la Unión Popular de Atilio Bramuglia y el Partido Populista de Vicente Saadi. Sin embargo, en las elecciones de 1957, a excepción del Partido de los Trabajadores, los demás partidos neoperonistas retiraron a sus candidatos y sus dirigentes propiciaron el voto en blanco (Arias y García Heras, 2004)

36. Actúan por su cuenta y traicionan al movimiento. (1957, Septiembre 9). Soberanía N°29, pp. 1.

37. Atilio Bramuglia fue Director Nacional de la Secretaría de Trabajo y Previsión entre 1944 y 1945, ministro de Relaciones Exteriores entre 1946 y 1949, a cuyo cargo debió renunciar por desavenencias con Eva Perón. Posteriormente se retiró de la política, reincorporándose en diciembre de 1955 con un partido neoperonista, la Unión Popular, de carácter nacionalista y católico (Arias y García Heras, 2004).

38. Vicente Saadi fue fundador del Partido Laborista en Catamarca en 1945, senador nacional entre 1946 y 1949, gobernador de Catamarca en 1949. Fue juzgado y encarcelado por fraude, corrupción y abuso de poder al poco tiempo de asumir la gobernación. Con posterioridad al golpe de estado de 1955 creó el Partido Populista, de carácter nacionalista (Arias y García Heras, 2004).

39. Saldo de Judas. (1958, Marzo 10). Línea Dura N°11, pp. 2. Plan de desesperación gorila. (1958, Marzo 24). Línea Dura N°13, pp. 1. Carta abierta a Alejandro Leloir. (1958, Mayo 26). Línea Dura N°22, pp. 2.

40. Rebeldía se publicó entre julio de 1957 y junio de 1958. Estaba dirigida por el cura Hernán Benítez, vinculado al peronismo desde sus orígenes y en especial, a Eva Perón. Se caracterizó por la articulación de una posición intransigente frente a la conducción del peronismo, y sobre todo frente la línea seguida por John W. Cooke y el Comando Táctico. Adoptó varias posturas, acercándose en un principio a militares nacionalistas y luego a políticos de origen radical (Melón Pirro, 2007)

41. Palabra Argentina comenzó a publicarse en noviembre de 1955, con algunas interrupciones, y continuó hasta 1961. De tendencia nacionalista, mantenía distancia respecto de las prácticas clandestinas de la resistencia. Ante las elecciones presidenciales de 1958, propició una estrategia electoral propia basada en el Partido Blanco. Antes del pacto con Frondizi intentó obtener el apoyo de Perón para esta empresa, objetivo frustrado ante el que se vio obligado a continuar sin la aprobación del líder (Melón Pirro, 2007).

42. Titulándose peronista está al servicio de nuestros enemigos. (1958, Marzo 24). Línea Dura N°13, pp. 2. Otros ejemplos son Coro de Arpías. (1958, Marzo 10). Línea Dura N°11, pp. 4. Los votos en blanco. (1958, Marzo 17). Línea Dura N°12, pp. 2. Alejandro Olmos desenmascara su antiperonismo. (1958, Marzo 17). Línea Dura N°12, pp. 4.

43. La fuerza, el derecho y las bestias. (1957, Julio 22). Soberanía N°22, pp. 1.

44. A los compañeros. (1957, Septiembre 16). Soberanía N°30, pp. 1.

45. No violó el 4161 que se le imputa. (1957, Mayo 21). Soberanía N°17, pp. 1.

46. Procesan a periodistas para evitar la propaganda del voto en blanco. (1957, Julio 22). Soberanía N°22, pp. 1.

47. Algunos artículos que hacen referencia al encarcelamiento de Nora Lagos son, Persecución racial de la Revolución Libertadora. (1957, Mayo 21). Soberanía N°17, pp. 1. Sólo un alto en el camino. (1957, Julio 22). Soberanía N°22, pp. 1.¡Barbarie en la Provincia de Buenos Aires! Con fantásticos ‘Complots’ intentan tapar las torturas. (1957, Julio 22). Soberanía N°22, pp. 2.

48. Muy Bien Hecho. (1957, Septiembre 30). Soberanía N°32, pp. 4.

49. Puede verse a María Granata en una foto junto a Perón en una entrevista que ella le realizó en Ciudad Trujillo: Línea Dura con Perón en Ciudad Trujillo. (1958, Agosto 21). Línea Dura N°35, pp. 1. Y en otra foto junto a Perón, John W. Cooke y miembros de la delegación con la que ella viajó para entrevistar a Perón, entre otros Augusto Vandor y Andrés Framini: Escuchó el Informe de la Delegación del CSP el Comando Táctico. (1958, Agosto 28). Línea Dura N°36, pp. 1.

50. La Mujer en la Lucha. (1958, Abril 28). Línea Dura N°18, pp. 4. La de Oyuela. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 4. La Viuda Consultiva. (1957, Noviembre 11). Línea Dura N°2, pp. 2. Las fusiladoras. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 2.

51. Carneras para todo servicio. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 3.

52. Cumpliose la huelga pese a los tanques y las tumbas. Triunfo de la Mujer Telefónica en la Huelga frente a la Opresión. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 3. 12.000 costureras cesantes. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 3. Mujeres apaleadas. (1957, Noviembre 11). Línea Dura N°2, pp. 2. …Y qué? (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 4.

53. La Mujer en la Lucha. (1958, Marzo 10) Línea Dura N°11, pp. 4.

54. El País de Hoy. Mujeres Presas. (195,7 Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 2. Artistas del pueblo. Pierina Dalessi proscripta de nuestros escenarios. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 4. Delia Parodi todavía en la cárcel. (1958, Marzo 10). Línea Dura N°11, pp. 1.

55. En una resolución del Comando Táctico que resuelve separar de su seno a dirigentes que no acataron la orden de Perón de votar por Frondizi, merece destacarse el nombre de Elsa Chamorro; evidencia de que había mujeres integrando dicha estructura. El Comando Táctico ha dado a conocer una importante resolución. (1958, Marzo 10). Línea Dura N°11, pp. 1. Se anuncia la creación de secretarías de organización y política para la reestructuración del movimiento durante el gobierno de Frondizi. Entre sus integrantes se destacan mujeres: Matilde Belluchio, Adelina Albóniga, Elena Fernícola, Celina Martínez Paiva y Angélica Farisano: Bases para la reestructuración del Partido Peronista. (1958, Junio 18). Línea Dura N°25, pp. 2. García Marín, Gemelli y Susana Faría, mencionadas como “compañeras de la resistencia”, aparecen como integrantes de una asamblea donde se discutió una orden del Comando Superior Peronista para la reestructuración del movimiento durante el gobierno de Frondizi. Dichas mujeres se negaban a reconocer a las integrantes de la Delegación Nacional del Comando Superior Peronista que debía reemplazar al Comando Táctico tras su disolución en el nuevo marco político: Escuchó el informe de la Delegación del CSP el Comando Táctico. (1958, Agosto 28). Línea Dura N°36, pág. 1. Los nombres de Adelina D. de Albóniga, Ana Macri y Elena Fernícola, aparecen como integrantes de la Delegación Nacional antes mencionada. Resoluciones del Comando Superior Peronista. (1958, Agosto 21). Línea Dura N° 35, pp. 1.

56. Cumpliose la huelga pese a los tanques y las tumbas. Triunfo de la Mujer Telefónica en la Huelga frente a la Opresión. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 3.

57. La Mujer, Factor de Paz. (1958, Marzo, 24). Línea Dura N°13, pp. 2.

58. En Junio de 1956 un grupo adepto a Perón liderado por el general Juan José Valle intentó llevar a cabo un golpe cívico militar contra el gobierno de Pedro E. Aramburu. El golpe fue sofocado y reprimido rápidamente. Valle y veintiséis civiles y militares fueron fusilados. Para más información ver (Ferla, 2007)

59. Las fusiladoras. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 2.

60. El país de hoy. Mujeres Presas. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 2.

61. Carneras para todo servicio. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 3.

62. María Granata, entrevista de la autora, Buenos Aires, 5 de abril de 2011.

63. Consigna. (1957, Noviembre 4). Línea Dura N°1, pp. 1.

64. La participación política femenina en el peronismo durante los dos primeros gobiernos peronistas ha sido estudiada por varias autoras (Sanchis y Bianchi, 1998; Zink y Di Liscia, 2007; Palermo, 2007; Peláez y Valobra, 2004; Valobra, 2008, 2010; Barry, 2009)

65. Autoras que han abordado la participación política de las mujeres en la resistencia peronista (Dos Santos, 1983; Pulido, 2006; Centurión, 2007)



Fuentes consultadas:
Línea Dura:noviembre de 1957; marzo, abril, mayo, junio, agosto de 1958.
Soberanía: marzo, mayo, julio, septiembre, octubre, noviembre de 1957
María Granata, entrevista de la autora, Buenos Aires, 5 de abril de 2011.

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Reseña biográfica del autor: Anabella Gorza. Profesora en Historia - Doctoranda en Historia (FAHCE-UNLP). Miembro del Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género (CINIG). Becaria Doctoral de CIC. Título del proyecto de tesis doctoral: La resistencia peronista en clave de género (1955 – 1960). Directora de Tesis: Adriana Valobra. Sus investigaciones se inscriben en la línea de la historia de las mujeres y la perspectiva de género, relacionando ambas perspectivas con la historia política y social.

anabellagorza@yahoo.com.ar

Tel.: 54 - 011 - 39668931Cel.: 54 – 0221 - 155999286




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